Importancia del cuidado de la boca de bebé

Muchas mamás tienen la duda de cuáles deben de ser los cuidados de la boca del bebé, y cuando comenzarlos. Debemos de prevenir la caries, y además crear condiciones para que el niño tenga un correcto y armónico crecimiento de las estructuras de la cara y boca, y éstas comienzan desde el nacimiento.

Un correcto desarrollo de estas estructuras, tienen gran importancia en la salud general del futuro niño y esto  dependerá, en gran parte de ésta primera etapa; hablemos primero de éste aspecto, el funcional, que pudiera ser el menos conocido.

El primer y más importante cuidado de la boca del bebé, es el amamantamiento. La lactancia materna, además de satisfacer las necesidades nutricionales del recién nacido, incluye muchos componentes bioactivos esenciales, como factores inmunológicos, antimicrobianos, antiinflamatorios, enzimas, y factores de crecimiento, factores psicológicos, además de todo esto, tiene también una gran importancia funcional.

En la lactancia  los músculos  son accionados, creando registros de memoria motora positivos, que favorecerán el aprendizaje de la masticación futura.

Durante la lactancia, el bebé , dependiendo del hambre, puede realizar de 5 a 30 succiones por minuto y cada dos o tres succiones el bebé inspira, deglute y expira para poder obtener aprox “2 oz. de leche materna”, y tarda aprox 15 min por lado esto genera una verdadera gimnasia oral.

Se sabe que la lactancia materna optimiza el desarrollo de la musculatura de la cara y boca y de el conjunto de órganos y tejidos que conforman el sistema responsable de la ejecución de las funciones orales, como son: succión, deglución, respiración (que el bebé debe de efectuar simultáneamente) y más tarde será muy importante para una correcta  masticación y desarrollo del habla, además de que favorecen el buen desarrollo y erupción de la dentición temporal (dientes de leche).

Al nacer, la relación de los maxilares presenta una diferencia, la mandíbula, se encuentra hasta un cm por detrás del maxilar superior , esta posición es funcional para el momento de nacer y debe modificarse desde el momento del nacimiento, para  adecuar la relación maxilar al futuro cambio de alimentación.

 Los movimientos de avance y retroceso de la mandíbula que ocurren durante el amamantamiento, así como la  correcta posición  y funcionamiento de la lengua, activan la musculatura y el cartílago de la articulación, haciendo que la mandíbula avance gradualmente y la diferencia se vaya acortando, hasta que aprox “a los 8 meses de edad” la mandíbula llega a una posición correcta, lista para la nueva alimentación.

Cuanto mayor es el tiempo de la lactancia materna, menor es la posibilidad de que ocurran hábitos de succión no nutritivos, como son, el uso del chupón y el chuparse el dedo, esto,  es por que la lactancia materna suple tanto la necesidad nutricional, como la necesidad  psicoemocional del bebé.

Si se debe o no de limpiar la boca del bebé, es un tema controversial, para nosotros, esto dependerá de si el bebé es alimentado exclusivamente por pecho materno,  de ser así, entonces se deberá limpiar la boca del bebé con una gasa, una vez a la semana ya que se ha visto que si se hace con frecuencia podría afectar la eficiencia  de las inmunoglobulinas (anticuerpos) que contiene la leche materna ; si el bebé es alimentado con leche de fórmula se deberá entonces limpiar la boca una vez al día. 

Se sugiere para ambos casos  limpiar con una gasa, la parte interna de las mejillas, la parte interna de los labios , encía superior e inferior y la lengua .

Alrededor de los 6 meses, inicia la erupción de los dientes de leche y se le deberá de estimular los bordes de la encía con mordederas, y alimentos duros como una zanahoria, pelada y lavada.

 

De la erupción de los primeros dientes y de sus cuidados, así como del cambio de alimentación (ablactación), será el tema para el siguiente blog. 

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