Influencia de la lactancia en el desarrollo de la cara.

Se sabe mucho acerca del amamantamiento desde el punto de vista nutricional, psicológico e inmunológico, pero poca gente conoce la importancia que tiene en el correcto desarrollo dentofacial.

En el momento del nacimiento, hay una desproporción entre el cráneo y la cara.

El cráneo casi no recibe estímulos externos para su crecimiento, mientras que la cara desde el nacimiento a la pubertad va a recibir constantes estímulos propios de la función que propician su crecimiento, debido a que ahí se ubican los órganos de la audición, olfato y gusto; también es en esta área donde van a ocurrir las funciones del aparato bucal que son determinantes para la maduración y desarrollo de este, como son: masticación, succión, deglución, salivación, respiración y fonación.

Los movimientos de alimentación del recién nacido van a iniciar la maduración del sistema muscular, por medio de la alimentación de pecho, ésta es la única manera en que se producen los estímulos necesarios para el completo desarrollo dental y maxilar, si ésta es sustituida por otro tipo de alimentación correría el riesgo de producir anomalías de crecimiento y desarrollo dentofacial.

La falta de amamantamiento de los niños puede desarrollar un reflejo de succión y deglución inadecuada debido a que:

  1. La boca del lactante se abre en exceso.
  2. El esfuerzo muscular es inadecuado e insuficiente para lograr la correcta maduración de los músculos, lo que trae como consecuencia la necesidad de una succión no nutritiva de objetos como chupón o dedo; esta actividad puede pasar a establecer hábitos viciosos de succión y deglución.
  3. El chupón del biberón por ser más grueso y largo que el pezón, desplaza a la lengua al piso de la boca y no permite su roce fisiológico con el paladar duro inhibiendo el crecimiento de la parte superior y media de la cara.
  4. La mandíbula se posiciona hacia atrás y no logra realizar los movimientos eficazmente de avance y retroceso, y no alcanza su correcto desarrollo fisiológico.

¿Cómo puede esto afectar a un bebé?

Puede originar la respiración por la boca; al no madurar adecuadamente el instintito de deglución, provocará que los niños se ahoguen con alimentos con frecuencia, debido a esto tendrán preferencia por alimentos suaves ya que le costará trabajo masticar y tragar al tener el paladar estrecho, la lengua tiende a colocarse constantemente entre los dientes provocando, una mordida abierta, y a su vez tendrá como consecuencia una incorrecta fonación y pronunciación de las palabras ya que la posición no es la más adecuada.

El crecimiento deficiente de los maxilares y maloclusiones dentales depende de múltiples factores, como: un corto periodo de amamantamiento o falta del mismo (o el uso correcto del biberón), caries, respiración bucal, hábitos nocivos de succión deglución y masticación.

Por lo que es importante detectar oportunamente estas anomalías, y proporcionar el tratamiento adecuado, para corregirlas y lograr un crecimiento y desarrollo dentofacial ideal para el paciente.

En Aacden orientamos a las mamás sobre los tiempos adecuados para la lactancia, los cambios de alimentación y vigilamos la correcta evolución del sistema dentofacial, además de diagnosticar y sugerir el plan de tratamiento oportuno para sus hijos.

 

 

 

 

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